domingo, 1 de abril de 2012

WWF nos da información de los incendios forestales:


2012, la crisis no debe de ser causa de incendios

  La crisis económica no puede ser causa de incendios. Por un lado, esperamos de las Administraciones públicas que no reduzcan de manera significativa los efectivos de lucha contra los incendios forestales. Pero también debemos declarar que la crisis económica, o incluso una disminución en los efectivos de extinción, no puede ser el detonante de conflictos locales que deriven en incendios forestales. Una parte significativa de los incendios están vinculados a este tipo de causas. 

  Pedimos que los ciudadanos colaboren en todo momento con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, así como con los equipos de vigilancia y extinción para evitar el origen del fuego y, en su caso, para identificar a las personas que pudieran estar detrás de ellos. Los incendios forestales son un delito tipificado en el código penal contra el patrimonio natural y que, incluso, ponen en riesgo bienes materiales y la vida de muchas personas, y como tal deben ser denunciados y perseguidos.

Causas de los Grandes Incendios Forestales (GIF)
1º: Intencionados

2º: Causas desconocidas
3º: Rayos

4º: Quemas de basura, quemas agrícolas, líneas eléctricas, hogueras, motores y máquinas y otras causas.

Peticiones de WWF
  Para minimizar el efecto de los grandes incendios forestales es necesario actuar en varios frentes: prevención de incendios, gestión de las masas forestales, restauración preventiva de las áreas degradadas y reubicación de los productos y servicios del monte en la economía española.

·         Prevención de incendios:
  Debe continuar el esfuerzo creciente en presión policial y judicial, así como en la investigación de causas y en la sensibilización sobre el terreno con los colectivos de riesgo. Todo ello para reducir urgentemente el elevado número de puntos de ignición que se producen cada año.

·         Extinción:
  Con carácter general, no está justificado incrementar el número de aparatos e infraes­tructuras, pues el dispositivo de extinción ha alcanzado su óptimo a tenor de la consolidación de la eficacia y las limitaciones de coordinación de medios en grandes incendios forestales. Sin embargo, debe mantenerse esta línea de financiación para evitar que la crisis económica desemboque en una reducción de los dispositivos de extinción.

·         Prevención específica de GIF:
  Conviene estimular nuevos modelos de gestión del medio forestal, como el cooperati­vismo o la colaboración entre propietarios, administraciones y/o empresas, de modo que se incrementen los porcentajes de superficie forestal gestionada de forma planificada. El aprovechamiento de los productos y ciertos servicios forestales deberán estar convenientemente certificados por sistemas como FSC (Consejo de Administración Forestal por sus siglas en inglés).

·         Política de estado:
  Desde la Administración central se debe condicionar la transferencia de fondos a las au­tonomías en base a criterios e indicadores de convergencia que se sumen a unos objetivos comunes en materia forestal.

  Asimismo, es necesario desarrollar el Plan Estratégico estatal de los ecosistemas y re­cursos forestales definiendo objetivos comunes y apostando por el fomento del uso de los productos forestales locales.

·         Restauración preventiva de nuevos incendios:
  Hay que impulsar la aplicación sistemática de procedimientos evaluables en los planes y proyectos de restauración forestal, de modo que se reduzca la vulnerabilidad de las masas restauradas ante nuevos incendios. Estos criterios deben incorporar estrategias de adaptación al cambio climático, priorización de las zonas, actuación, temporalización correcta del presupuesto a corto, medio y largo plazo, así como procesos participativos que impliquen a la población local y a los grupos de interés en la construcción de los bosques del futuro, incorporando el conocimiento científico más avanzado en la materia.


  Es necesario acercar el modelo económico español a las oportunidades que ofrece el medio forestal a partir del uso sostenible y la transformación tecnológica moderna y eficiente de sus recursos (madera, corcho, resina, energía de la biomasa…) y de la internalización económica de sus servicios ambientales (biodiversidad, agua...). Para ello los productos forestales, su industria de transformación y sus estrategias de comercialización deben comenzar a estar en un primer plano del modelo español de consumo público y privado, porque una vez que se asegura su origen social y ambientalmente responsable, son los materiales más ecológicos. A su vez, el medio forestal ofrece una gran oportunidad de reubicación de trabajadores fácilmente cualificables a través de procesos formativos sencillos.




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